Porque Siempre Fui Un Palomo

martes, diciembre 26, 2006

Faltan 4 días

El último día del año comenzaré a vivirlo, con suerte, junto a Tati! arriba del buque Eladia Isabel, que desde hace 16 años, une las ciudades de Buenos Aires y Colonia con dos frecuencias diarias.

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Nunca me gustó viajar en este barco, será por lo lento que se torna; será por lo impuntual de sus servicios tanto para su salida como para la llegada; será que las últimas veces que viajé no encontré un solo matafuegos a simple vista; será que siempre tuve que viajar con el bolso a cuestas por la tortura de bajar a retirarlos; será que no tiene salida en caso de una emergencia (la única es la escalerita que lleva desde adentro hacia la bodega); será que la sobreventa de bodegas (hay 130 disponibles) hace que los coches tengan que estar pegados unos a otros y con los pasajeros adentro, cosa que no puedan abrir las puertas en caso de una emergencia; será que sólo en 2006 tuvo tres incidentes (dos veces quedó varado en medio del río y una chocó contra un pesquero llegando a Buenos Aires)...

En fin, suelo viajar en el barco rápido (1 h.) a Colonia + ómnibus (2 h. 30 m.) a Montevideo casi siempre, ya que si viajo sólo por el fin de semana trato de aprovechar la noche del viernes también. Si no, en ómnibus desde Retiro directo a Montevideo (8 hs.) Por Cacciola viajé una vez cuando era chico, y una hace un par de años, y me pareció más torturante que agarrarme un huevo con un postigo.
Últimamente se vino complicando con el tema de los putos ambientalistas que hay en Gualeguaychú cortando el puente que une esa ciudad con Fray Bentos, haciendo que un viaje en micro se extienda 5 horas más tomando el puente de Salto (si es que no lo cortan). Ahora la última noticia es que pretenden para fin de año bloquear la salida de los barcos en el puerto de Buenos Aires de Buquebus. Me gustaría saber quién banca estos cortes, porque lo de Gualeguaychú lo entiendo: es gente de la ciudad que corta el puente. Pero mandarlos a cortar a Buenos Aires... ahí hay algo grande, que tal vez nunca se sepa. Yo no creo que un ciudadano de Gualeguaychú común y corriente se banque su propio pasaje y estadía en Buenos Aires sólo para bloquear las salidas de unos barcos.
Las construcción de las pasteras seguirá adelante, los ambientalistas quieren seguir con su protesta. Lo veo perfecto: se van a morir de viejos viendo cómo los finlandeses vienen a llevarse la plata.

Conclusión: con lo que me costó pelear en el trabajo mi fecha de vacaciones, lo último que pretendo es no tener a un par de pelotudos el sábado adelante mío impidiendo mi viaje, y que mis vacaciones sean lo que esperé luego de laburar todo el puto año. Al final, por quince días de mierda, me hice tanta mala sangre estos últimos dos meses. Y si viajo en ese barco de mierda, así de inseguro como lo describí, es porque no queda otra en cuanto a ofertas y dinero disponible para una opción mejor.